Si va de panileli y no es capaz de darte los buenos días, no se merece ni tu atención ni tu dedicación.
¿Qué es lo primero que miras cada mañana al levantarte?
Si tu respuesta es el despertador, y no te da los buenos días, formas parte del grupo mayoritario de personas que al girar su cabeza para ver la hora, se dan cuenta de que han de empezar un nuevo día conviviendo con dos peligrosos aguijones, la prisa y la ansiedad. ¡Estos dos aguijones no dejarán de molestarnos hasta que no desaparezcan los panilelis de las oficinas!
Los dos adultos que ves en la ilustración, se han despertado esta mañana y han intentado negociar unos minutos de descanso más, pero su despertador no se caracteriza por su bondad ni por su capacidad negociadora. Es un malvado al que le gusta acosar y lo hace mostrando cómo avanzan sus minutos.
Nuestros amigos se levantaron, despertaron a su hijo, prepararon atropelladamente el desayuno, recogieron, se ducharon y finalmente salieron en volandas de su casa con la mirada fija en el reloj y este hábito no siempre es bueno…
¿Te has parado a pensar cuántas veces miras el reloj antes de salir de casa y qué sientes al hacerlo?
Te dejamos responder en silencio a esta pregunta y compartimos contigo otro extracto del cuento ¡Es la hora de los pililampos! para que te olvides del reloj, al menos cinco minutos, y te recrees admirando la ilustración tan gráfica y simpática que encabeza la entrada de este blog. ¡No te olvides de compartir el contenido si te gusta y puede ayudar a otros!
—No sabíamos que estaban todos los padres igual… ¡Pensábamos que eran solo los nuestros!
—¿Solo los vuestros? ¡Qué va, si están todos igual de despistados…! ¿Pero qué podemos hacer?
—¡Ya está, observemos a nuestros padres para ver qué hacen!
Las niñas y los niños dejan pasar unos días y deciden reunirse…
—¡Tenemos que hacer algo, tenemos que hacer algo, yo no entiendo nada! Mis padres nada más levantarse ya están diciendo que vamos a llegar tarde…
—Yo a los míos tampoco les entiendo… ¡¿por qué tienen que ponerse tan nerviosos solo porque no encuentre mis calcetines?!
—¡Yo con los míos salgo volando de casa!
—¿Sales volando?, ¿cómo que sales volando? —preguntan los niños sorprendidos
—Bueno, casi, casi, casi salgo volando… mis padres, para que vaya más rápido, tiran de mi brazo mientras dicen «corre, corre, corre»… Hay veces que parece que voy volando en lugar de andando, ¡como si fuera una cometa!…
—¡A mí me pasa lo mismo! Mis padres dicen «venga, venga, venga» y tiran de mi brazo, así que voy dando grandes saltos, ¡como si fuera un saltamontes!
Si el aguijón de la prisa y la ansiedad convive contigo en la oficina, visita con tus compañeros la web de pililampos solo así descubriréis qué son los panilelis y cómo vencerlos. ¡Ah y no te olvides de adquirir “La camiseta de los viernes” para evitar que a vuestros jefes y jefas les piquen los panilelis!
Nota importante:
La camiseta de los viernes, si es para adultos, se adquiere por encargo y el pedido mínimo es de 10 unidades. Recomendamos su uso en la oficina siempre y cuando exista un buen clima laboral en donde jefas y jefes practiquen el liderazgo con humor. Si tu jefa o tu jefe es un auténtico panileli, ¡mejor úsala solo en casa!
¿Te da los buenos días cuando lo miras por las mañanas o va de panileli?
Etiquetas: camisetas, conciliación laboral, jefes, marca mágica, panilelis, Pililampos, prisas, viernes
Sin comentarios