Las hermanas Paso de Cebra queremos estar tumbadas

Las hermanas Paso de Cebra

Las hermanas Paso de Cebra, saludamos a nuestros lectores y a los amigos que aún no nos conocen porque no han tenido la oportunidad de leer Los chinchavainas y la familia Señaletas


¿Pero quiénes son las hermanas Paso de Cebra? – os estaréis preguntando. La respuesta es muy fácil, somos esas líneas que las personas listas y respetuosas ven, porque ocupamos un espacio bien visible de la calzada, y por eso paran y esperan a que los peatones crucen de una acera a otra.

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Nos gusta estar tumbadas y muy estiradas y solamente nos incorporamos cuando vemos que los conductores no respetan a los peatones que quieren cruzar y si lo hacemos es para observar fijamente sus cerebros y entender los motivos por los que no paran.

Afortunadamente hay muchos más conductores hábiles e inteligentes pero de vez en cuando, sí que nos encontramos con algunos que todavía no se han enterado de que conducir es respetar al peatón y no nos queda otra que incorporarnos para observarles detenidamente.

¡Nunca falla! Tras analizarles, llega la gran decepción…¡no son nada interesantes!

Nos indigna muchísimo tener que realizar un esfuerzo físico importante, para poder incorporarnos, y acabar decepcionadas con el resultado final… ¡Tanto abdominal para concluir que son solo unos cerebros «despistadillos»!

¡Seamos optimistas porque hay solución y la tienen los niños! El 29 de febrero los pililampos utilizaron una entrada de blog para compartir con vosotros, algún diálogo del cuento y en esta ocasión nos han pedido que continuemos nosotras contándoos lo que está escrito en Los chinchavainas y la familia Señaletas y así el que todavía no lo tenga, podrá ir leyéndolo poco a poco ya que su texto va «entrecomillado» en nuestras entradas de blog.

Solo os vamos a anticipar una pequeña conversación que tuvimos con los niños durante una mañana agotadora en la que un montón de cerebros «despistadillos» pasaron sobre nosotras sin respetar a los peatones y francamente acabamos agotadas de tanto abdominal y tanta incorporación para observarles…

¡Fue horrible y por eso compartimos con vosotros la pequeña conversación que tuvimos con los niños!

—Nosotras somos las hermanas Paso de Cebra. Somos varias líneas tumbadas en el suelo y siempre pintadas de blanco para que todo el mundo nos vea bien. Todos los niños saben que un coche siempre, siempre, siempre tiene que pararse si ve que los peatones quieren cruzar por el paso de cebra. Pues bien, esta mañana hemos visto a un conductor que no ha querido pararse cuando una abuela iba a cruzar con su nieta por el paso de cebra. ¿Hay algún niño que no sepa para qué sirve un paso de cebra?… ¡Lo veis, los niños saben mucho más! Si los niños condujeran los coches, no habría peligro en las ciudades.

Linea de paso de cebraAh… y recordaros que la Fundación MAPFRE ha recomendado este cuento en su web como lectura destacada en su programa de prevención y seguridad vial para la familia y su autora es finalista a los premios nacionales de literatura infantil que concede la editorial Círculo Rojo.

No te olvides del tejido mágico que protege a los niños y ahuyenta a los peligros … y ¡síguenos en Facebook pililampos o suscríbete a la web pililampos para recibir nuevas entradas de blog o para adquirir el cuento de Los chinchavainas y la familia Señaletas, tanto en formato impreso como electrónico!

¡Hay cuentos que merecen la pena!

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